Un vistazo al ayer

Caminar por los callejones del barrio El Prado es viajar al pasado de Barranquilla

El distrito ha intervenido artísticamente varios de estos particulares espacios

Por Guillo González/Kronos

Si queremos darle una mirada a tiempos anteriores en ‘La Arenosa’, se puede ir a algunos museos o bibliotecas que conservan imágenes y textos que hacen referencia a la historia de Barranquilla, incluso, aún se pueden visitar viviendas y construcciones y algunos sectores que conservan su estilo original a pesar del tiempo.

El Prado fue el primer barrio urbanizado de Colombia y guarda mucha historia. Foto Guillo González/Kronos

Sin embargo, hay otra alternativa que ha ido fortaleciendo la administración distrital, se trata de varios callejones o pasadizos entre calles en el barrio El Prado que han sido intervenidos artísticamente, pintando paredes y pisos para trasportar a los caminantes a épocas ya idas y que se constituyen en el legado de toda una comunidad que sembró las bases de lo que hoy es la capital del Atlántico.

A través de esta iniciativa se destaca la riqueza cultural y patrimonial de la ciudad. Foto Guillo González/Kronos

A pesar de que los primeros callejones se trabajaron adornando y mejorando su aspecto, aún hay otros, como el llamado callejón de La Libertad, que está en intervención y no ha sido terminado.

Otros como el de Gases del Caribe o el de Comfamiliar están casi contiguos, solo separados por el bulevar de la carrera 54 y en ambos se puede disfrutar al paso, de motivos que relatan situaciones vividas en una novel Barranquilla que luchaba por forjarse una identidad a nivel nacional, también se destacan personajes que aportaron mucho en diferentes ámbitos sociales.

Así se crean escenarios ideales para el arte y la cultura en la ciudad. Foto Guillo González/Kronos

Un poco más arriba, el callejón de la Triple A, guarda tesoros relacionados con el desarrollo de la ciudad y el aporte de las comunidades de inmigrantes, vitales en su crecimiento industrial.

La intervención de estos espacios se delegó a un nutrido grupo de artistas que plasmaron con maestría escenas relacionadas con el progreso currambero y el estilo de vida de su gente a comienzos del siglo anterior, así como escenarios y personas que dejaron huella en la ciudad.

En total han sido intervenidos 800 mts cuadrados de espacio público. Foto Guillo González/Kronos

Cada callejón tiene su personalidad, visibilicemos a los artistas

Si se recorre el sector del prado en sentido sur – norte se puede comenzar el recorrido por el callejón de Gases del Caribe que conecta la carrera 55 con la 54 y desemboca en el bulevar parque de los Fundadores, un icónico lugar construido en 1920 y donde se rinde homenaje a los pioneros de la aviación en Colombia.

Tradición y Elegancia son los aspectos que destacan en el callejón de Gases del Caribe. Foto Guillo González/Kronos

En este corto pasaje hay dos extensos murales que resaltan la tradición y la elegancia del barranquillero de antaño, al igual que la belleza y el talento de sus mujeres.

La distinción del barranquillero de antaño es valorada por los artistas modernos. Foto Guillo González/Kronos

“Prado elegante y tradicional”, obra del maestro Néstor Loaiza y “Lluvia de oro” del artista César Orozco, adornan el muro con el glamur de décadas pasadas en Barranquilla donde la distinción y la gentileza eran usuales.

De la carrera 54 a la 53 se cruza raudo por el callejón Comfamiliar, más amplio y extenso que el anterior, pero igual de llamativo y que reúne un grupo de murales bajo el lema ‘Perdurando en el tiempo’.

Los trazos del callejón Comfamiliar evocan detalles y situaciones del ayer. Foto Guillo González/Kronos

Este es el sector que más obras tiene, son 11 en total, 10 de ellas en una sola pared y el también tiene el mural más extenso, “El eco de los recuerdos”, que ocupa una sola pared y fue plasmado por el colectivo Thamarindo.

El proyecto se realizó en el marco del Plan de manejo especial del barrio El Prado. Foto Guillo González/Kronos

Frente a esa obra maestra están en orden descendente, “la Gasolinera”, de Luis Mendoza, “Viento y acero”, de Justin Sampayo, “Las reliquias del viejo Prado”, de la artista Jesuara, “Amira, también pirausta”, de Carolina Bula, “Recuerdos y gloria”, obra de Dante; también se pueden admirar “Ford clásico”, de JH, “Tejiendo sueños”, de Nanmar, “Memorias reflejadas”, de Zoko, “Desde la ventana del Prado”, de Adriana Buelvas y “Perdurando en el tiempo”, de Mario Malabert.

Los espacios recuperados y revitalizados brindan seguridad a la comunidad y a los visitantes. Foto Guillo González/Kronos

El final del recorrido trae cuatro bellas obras, una de Ronal Hernández, “Encalle en puerto seguro”, una de Sary Hernández, denominada “Sueños de identidad” y al frente una del destacado artista Omar Alonso, bautizada “G.M inicia La Hojarasca” pintura que se funde con “Ventanas de poesía, arte y sueño” de Yuyo Del Valle.

En el callejón Triple A se rinde homenaje a escritores, pintores y otros artistas caribeños. Foto Guillo González/Kronos

Definitivamente todo un plan para conocer ‘la Vieja Barranquilla’ y admirar la creatividad y el talento de destacados artistas que aportaron en la construcción de estos espacios que seguramente se replicarán en otros sectores estimulando la recuperación del espacio público y la conservación de la memoria histórica.

32 artistas han aportado sus pinceladas para crear una gran galería a cielo abierto en El Prado. Foto Guillo González/Kronos