El Autismo bajo el lente de una mamá con hijo TEA
por: Aida Esther Navarro Bermejo, directora del cortometraje Mi Mundo Es Azul
¡Oscarrrrr!… ¡Óscar!… Óscar no voltea y empieza una duda. Mi niño tenía un año y ocho meses; después de un impactante diagnóstico, pasamos por varias etapas, shock, duelo y negación, pero al final llegó el momento de enfrentar el espectro y olvidarse de las hipótesis y preguntas que surgían en nuestro interior, ¿sería la vacuna?, ¿un accidente de la madre antes de nacer?, ¿herencia?, en fin, además de otras teorías que apenas están en estudio.
Soy Aída Navarro, comunicadora social – Magister y puse mi conocimiento en docencia para crear terapias especializadas a mi hijo diagnosticado con Autismo grado 1.
En los últimos 13 años, edad actual de Oscar, mi hijo, he sido invitada a diferentes fundaciones para compartir mi experiencia en su educación, debido a que el no aparenta estar dentro del espectro.
Un día de junio, almorzando con unos compañeros de trabajo y mientras veía anuncios de Instagram una frase llamó mi atención: RedVolucionarias TIC, y al leer con detenimiento la página de Smartfilm Colombia, a la cual me remitió, me enteré de la convocatoria para mujeres que quisieran contar historias, a través de celular, en forma de cortometraje.
La idea me impactó, tanto que se los comenté a mis amigos, Alexander Corrales que es productor de audio, Jorge Hernández, productor audiovisual y Neyid Rodríguez, diseñador gráfico; con entusiasmo les expuse lo que se me ocurría en esos momentos, “creo que tenemos todo para concursar, con nuestra experiencia podríamos hacer un buen corto y tengo un tema en mi vida que quiero compartir, un mensaje para aquellas familias que necesitan de esperanzadoras historias”.
Con un buen café hice una lista de las características en el espectro que vive Oscar, petición de mis amigos para poder comprender el recorrido de una madre con un hijo TEA.
Empecé por describirles como disfruta de la brisa sobre su piel; su reacción ante los sonidos, ya que unos, como el zumbido de una mosca, suelen molestarle, pero en cambio, el ruido estruendoso de un avión le gusta.
Les compartí su experiencia sobre el día que comió cucayo y dijo que era arroz de hueso (risas de mis amigos) o cuando manifiesta que su cara está sucia de sueño y no lo deja despertar (más risas).
Enumerar esas experiencias fue una actividad que me hizo reír y también acongojar, mi hijo es muy literal. Son situaciones que la sociedad no lo toma como normal sino como enfermedad o algo «raro”.
Manos a la obra
El siguiente paso fue convertir esa lista en un guión y traducirlo a imágenes. Decidimos trabajar y el proceso se fue haciendo intenso, generamos muchas ideas, pero debimos hacer un alto en el camino, pues aún no habíamos expuesto el proyecto a su protagonista y pedido su permiso.
Oscar, a sus 13 años es una persona demasiado inocente para la sociedad en que vivimos y teníamos que contar con su autorización para realizar el corto. Cuando se lo expusimos le agradó y con su sí, se dio inicio al rodaje con la idea y la promesa de no hacer nada falso, solo llevarlo a los sitios que más le gustaban y dejarlo ser él.
Al equipo de trabajo se unieron Livan Ospino y Esteban Zamudio, ambos comunicadores audiovisuales, de igual forma dos extras y asistentes de sonido, Lilia Martínez y Johan Velásquez.
Grabamos en el mes de agosto después de más de 30 días en preproducción, posteriormente realizamos la musicalización y efectos especiales, y solo hasta que Óscar Samuel dijo, «me gustó mi corto», aprobando el trabajo, fue que nos dispusimos a enviarlo para la convocatoria.
Nuestro corto fue aceptado y escogido
Se presentaron más de dos mil cortometrajes de toda Colombia y fuimos seleccionados para la exhibición en el Centro Comercial Bima en Bogotá, en la sala 6 del cine Procinal, el pasado viernes 27 de septiembre; Estamos dentro de los más de mil cortos escogidos por sus historias y su producción.
Casualmente, otra de las razones por las que me llamó la atención la convocatoria es por la afición de Óscar al cine. Ir a cine se convierte en una experiencia llena de emociones que los niños dentro del espectro multiplican al cien por ciento.
Smartfilm Colombia nos dio la oportunidad de presentar una problemática sobre la aceptación de personas que no son «regulares» según cánones de sociedad, pero que a la vez son igual de valiosas que cualquier individuo. Y precisamente ese se convirtió en mi más grande premio, el poder disfrutar de mi hijo en su lugar favorito, una sala de cine, viendo una película sobre lo que siente y cómo ve el mundo.
“Mi Mundo Es Azul”, nace de la necesidad de contar una historia de compromiso como padres que somos hacia nuestros hijos, pero más que todo un compromiso como sociedad para abrir espacios de diálogo sobre el Espectro Autismo.
Que muestra ‘Mi Mundo es azul’
Esta historia se desarrolla en la ciudad de Cartagena, y refleja la vida de un niño dentro del espectro del autismo, en el que enfrenta desafíos cada vez que interactúa con su entorno, visita la playa (su lugar favorito) o cualquier espacio lleno de estímulos sensoriales.
Su madre intenta exponerlo al ambiente para que aprenda a canalizar todos esos estímulos, entenderlos, convivir con ellos y adaptarse para transformar los obstáculos en experiencias positivas para su vida.
El mundo puede ser abrumador para un niño con autismo. Óscar enfrenta desde un simple paseo lleno de destellos de luz, zumbidos de insectos y ruidos de vehículos, hasta la degustación de sabores, con una intensidad de emociones que pocas personas comprenden.
En este cortometraje, observamos a través de los ojos de Óscar, sus manos y sus expresiones, los desafíos de sus experiencias. La belleza y fortaleza de este niño nos enseñan a ver la vida con empatía hacia las personas con capacidades especiales, llenando de tonalidades azules los momentos emocionalmente más caóticos para él.
El equipo de trabajo está conformado por la directora general Aida Navarro Bermejo, el protagonista, Óscar Samuel Torres Navarro, Jorge Hernández Cuadrado en los efectos especiales, Alexander Corrales Delgado en la musicalización, el diseño gráfico a cargo de Neyid Rodríguez Diaz, Liván Alejandro Ospino de la Cruz en la cámara principal, con Lilia Rosa Martínez Cogollo como asistente de cámara y como asistentes de sonido Esteban José Zamudio Briñez y Jhoan Sebastián Velásquez Moscote.
La publicación de fotografías y datos de Oscar Samuel se hace bajo la autorización de su madre Aida Navarro Bermejo, directora del cortometraje
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