El Atlántico sabe…ricooo

Diversos festivales gastronómicos se realizan el departamento para deleite de locales y visitantes.

En los cálidos municipios se resaltan con estos eventos, los platos emblemáticos del caribe colombiano

Por Guillo González y Oscar Berrocal/Kronos

¿A que sabe el Atlántico?, esa es una pregunta con una deliciosa respuesta: el Atlántico sabe a pastel, a fritos, a comida de mar, a bollos, a butifarra, en síntesis, el Atlántico sabe muy, pero muy rico.

Los festivales gastronómicos organizados en diferentes municipios así lo refrendan, ofreciendo a cientos de comensales y turistas una oferta variada que vale la pena disfrutar.

Deliciosas ofertas tiene el Atlántico para todos los gustos. Foto Oscar Berrocal/Kronos

Durante el último fin de semana de mitad de año, Pital de Megua, uno de los tres centros poblados de Baranoa, se luce con el Festival del Pastel, sin duda alguna, uno de los más esperados y concurridos. En Luruaco por otro lado, rinden homenaje a uno de los tesoros gastronómicos de Colombia, la famosa y deliciosa Arepa e’ Huevo y como si fuera poco, Puerto Colombia, que no se queda atrás, atrae con un festival de comida de mar. Tres atractivas ofertas que invitan a visitarlos uno por uno, disfrutándolos como se debe: comiendo.

¿Hay pastel de Tigre?

En Megua hay pastel de lo que uno menos cree, por eso, por eso, hace un par de años, cuando el pequeño Antony escuchó que en ese pueblo hacían pasteles de diversos tipos, preguntó, en medio de su ingenuidad si hacían pasteles de tigre, uno de sus animales favoritos, la pregunta causó hilaridad entre los que estaban alrededor del pequeño, pero la respuesta de un integrante del equipo de logística fue igual de peculiar: “Si no hay se le hace”.

Las hojas de bijao se disponen para recibir las preparaciones típicas de los pitaleros. Foto Oscar Berrocal/Kronos

Esa anécdota habla de la creatividad gastronómica que tienen las matronas de Pital. Durante el festival que va desde el viernes 27 hasta el lunes 30 se pueden producir, vender y disfrutar, cerca de 25 mil pasteles, con una variedad que asombra.

Las proteínas que acompañan el arroz apastelado envuelto en hojas de bijao van desde las tradicionales carnes, de res, pollo o cerdo, hasta las mas exóticas como las de monte, guartinaja, conejo y ponche, o las de aves de exquisito sabor como pato y pavo.

Son muchas las personas que trabajan en torno a la preparación de los pasteles. Foto Oscar Berrocal/Kronos

La Fundación Festival del Pastel con el apoyo de la alcaldía de Baranoa y la Gobernación del Atlántico, proyectaron una venta total de entre 25 a 30 mil pasteles, en un evento que llega a sus 33 años de vida,  con ganancias muy buenas para las 65 matronas y sus familias y ayudantes de cocina que se esmeraron por ofrecer excelentes productos y que mantener viva una receta que es símbolo de identidad y memoria culinaria en el departamento

Las ollas se ponen a fuego lento sobre la leña ardiente hasta que sea la hora de sacarlos y ofrecerlos. Foto Oscar Berrocal/Kronos

Una de las matronas que hacen parte del festival, Corcina Llanos de la Asunción, con 17 años participando en el evento, explica que la preparación de los pasteles reúne a muchas personas, «Son entre 10 y 15 familias que dependen de un solo negocio, por ejemplo en el de nostros, Tradición Pitalera, son 15 personas que llevan sustento a sus casas con lo que producimos, eso es algo muy bonito para un pubelo como Pital», y agrega que intentan mantener la tradición enseñando a los más jóvenes de sus casas y hasta en clases de gastronomía en el colegio del pueblo, para que la preparación del pastel nunca muera.

Los comensales buscan la variedad y la creatividad de las matronas. Foto Oscar Berrocal/Kronos

Durante todo el año, se consiguen pasteles, no solo en el pueblo, sino, en un sitio que se creó para ofrecerlos a orillas de la vía Cordialidad, ahí, se pueden adquirir desde los 15 mil hasta 25 mil pesos, precios entre los que oscilan los pasteles que además son orgullo, historia y sabor de toda una región. Una receta cocinada en leña, como lo hacían hace muchos años y con la que se adquiere el sabor ahumado único y particular para estos platos típicos.

El sol del Atlántico brilla en Luruaco

Ya tiene fama nacional y hasta internacional, es uno de los productos gastronómicos más buscados por comensales de todas las edades y tiene todo un evento en su honor, si, es la propia Arepa e’ Huevo, así, comiendo la ‘d’ al pronunciarla, así como se devora este maravilloso manjar.

Las veneradas matronas son el alma del festival. Foto Oscar Berrocal/Kronos

En el departamento se le conoce como ‘El Sol del Atlántico’, por su forma, su sabor y su color y puede rellenarse además del huevo, con cualquier proteína que se le ocurra a las expertas cocineras luruaqueras.

Caliente, siempre caliente, así se come la arepa. Foto Oscar Berrocal/Kronos

Son 36 años los que lleva este legendario festival, organizado siempre como homenaje a las hacedoras locales que ofrecen versiones tradicionales y creativas de la popular arepa, con rellenos como carne, conejo, pato, lengua, chicharrón, cerdo y algunas más intensas en sabor como tiburón o cangrejo, entre otros.

Arepa rellena de chicharrón, una de las sensaciones de la temporada. Foto Oscar Berrocal/Kronos

Este año se reúnen 70 matronas en torno a un festival que les rinde culto y que premia a las mejores propuestas en categorías como arepa tradición, arepa innovación, arepas multiformas y mejor mesa de fritos.

Nadie, ni los niños, se escapan al delicioso embrujo del sol del Atlántico. Foto Oscar Berrocal/Kronos

El evento también ofrece otras alternativas de disfrute como una mesa pedagógica para que los visitantes aprendan a prepara la popular arepa, también presentaciones de grupos musicales, muestras dancísticas, concurso de piquería y canción inédita.

No podía faltar la arepa con carne desmechada, deliciosa. Foto Oscar Berrocal/Kronos

Luruaco, al igual que los municipios donde se rinde homenaje a la gastronomía atlanticense, son destinos imperdibles para los que buscan conocer, disfrutar y degustar las tradiciones de toda una región que conserva sus tesoros y valora su historia.

Un evento que vale la pena visitar y disfrutar. Foto Oscar Berrocal/Kronos