Faltan noventa pa’ la 11

En un juego de alto nivel, Junior de Barranquilla arrasó con un nervioso Deportes Tolima y ganó el primer duelo de la final tres goles por cero

Por Guillo González/Kronos

Fue un primer tiempo de ensueño, de esos que pocas veces se dan en una final, de esos que ni el más optimista hincha se imaginaba, pero así fue y gracias al empuje del equipo y al infernal ambiente que generó la hinchada en un estadio abarrotado y rugiente, Junior de Barranquilla arrasó al Deportes Tolima y por lo pronto aseguró media estrella.

El ambiente antes y durante el partido fue clave para impulsar al Junior en su casa ante un Tolima afectado y temeroso. Foto Oscar Berrocal/Kronos

Desde el primer minuto el equipo de Alfredo Arias impuso condiciones, presionó de manera intensa a un Tolima nervioso, afectado tal vez por el ambiente del Metro y superado en todas las líneas por un local ambicioso y con hambre de título, que saltó al terreno de juego con un planteamiento ofensivo, intenso e incansable.

la fanaticada juniorista se hizo sentir durante el partido de ida de la final del fútbol colombiano. Foto Oscar Berrocal/Kronos

Enamorado: diez puntos

Corría apenas el minuto cuatro cuando los locales se fueron adelante en el marcador. Ya antes Junior había avisado por donde iba a atacar y nadie detuvo su alfil. Jose David Enamorado fue la llave gracias a su inmensa capacidad individual para desequilibrar, el soledeño marcó una joya de gol que puso a ganar a Junior ante un Tolima ‘clavado al piso’.

Enamorado marcó gol de gran factura ante una defensa tolimense que solo había recibido un gol en la fase anterior. Foto Oscar Berrocal/Kronos

La jugada surgió en campo propio tras una recuperación de Didier Moreno y después de una serie de pases y rebotes, el balón quedó en los botines del paraguayo Paiva que intuyó el pique de Enamorado por su carril preferido, el derecho y le puso una pelota perfecta para su endiablada arremetida. El extremo dominó en velocidad, entró al área y con gran calidad enganchó al lateral Júnior Hernández, le repitió la dosis a Bryan Rovira y de zurda la ‘clavó’ en el ángulo derecho de Neto Volpi para una anotación digna de enmarcar.

Sin duda alguna, Jose David Enamorado ha sido uno de los mejores jugadores del torneo, con un altísimo nivel de juego. Foto Oscar Berrocal/Kronos

La locura se adueñó del Roberto Meléndez, tanto así que la pólvora que los hinchas usaron para expresar su entusiasmo detuvo el encuentro durante varios minutos. Ese lapso bajó un poco el ritmo del ‘Tiburón’, lo que permitió al cuadro Vinotinto y oro acercarse en un par de ocasiones al marco de Silveira.

La felicidad en las tribunas del Metropolitano fue total por el triunfo juniorista. Foto Oscar Berrocal/Kronos

Pero el conjunto currambero tenía en mente arreglar el asunto rápidamente y su verticalidad acostumbrada pesó en el encuentro. A los 13, Rivas tuvo el segundo, ante un gran pase de Chará al vacío, el volante dejó atrás a Hurtado con una gambeta, pero disparó débil ante Volpi que pudo rechazar el balón.

Solo a los después del minuto 15 se acercó el visitante con una escaramuza en ataque, pero fue al 17 que Adrián Parra el punta tolimense remató de cabeza ante Silveira que en dos tiempos conjuró el peligro, sin embargo Junior ripostó con dos llegadas peligrosas, una de Jhomier Guerrero, que punzante, amenazó el arco ‘Pijao’ y otra de Chará que disparó desviado.

Castrillón atiza el fogón y Enamorado pone la puntilla

Para calmar el ímpetu del equipo ibaguereño que se había acercado con peligro en un par de ocasiones de Parra y Nieto, el cuadro barranquillero puso el segundo para ampliar la ventaja. Bryan Castrillón fue el encargado de cerrar el circuito que habían armado Enamorado, Guerrero y de nuevo Paiva, que generoso, puso su séptima asistencia en el torneo para el sexto gol del antioqueño.

Castrillón culminó una destacada jugada del Junior y puso el segundo para su equipo. Foto Jairo Rendón/Kronos

El remate rasante del extremo por la banda izquierda que se coló por el palo ídem de Volpi fue el colofón de un ataque solidario del Junior, que se sigue caracterizando por atacar por los costados, pero cerrando por el centro, aprovechando la velocidad y viveza de los atacantes.

El de Castrillón fue su sexto gol con Junior en el actual torneo. Foto Jairo Rendón/Kronos

Y fiel a los dichos costeños como ese que reza «eso no se queda así, eso se hincha», Junior dio un golpe más sobre un alicaído Tolima. El encargado, como no, Enamorado…otra vez Enamorado, la pesadilla de la zaga ibaguereña, quién ante la salida del guardameta Volpi, ‘pica’ el esférico para decretar el tercero en el partido. Fue al minuto 38 y José David colgaba su séptimo gol con Junior, ante una destacada asistencia de Didier Moreno que vio correr con posibilidades de anotar a un letal Enamorado.

Otra pintura de Enamorado significó el tercer gol de Junior ante un vapuleado Tolima. Foto Jairo Rendón/Kronos

El primer tiempo, perfecto para los barranquilleros y de pesadilla para los tolimenses, se fue en medio de un paroxismo de la fanaticada que sentía cerca la estrella once de su equipo amado.

Enamorado fue una pesadilla para la zona defensiva visitante, estuvo imparable. Foto Jairo Rendón/Kronos

Segundo tiempo de control para Junior

Viendo los espacios y ventajas que algunos jugadores daban, el técnico del Tolima, Lucas González, envía a la cancha a Sebastián Guzmán y a Samuel Velásquez, por unos degastados Junior Hernández y Bryan Rovira, Alfredo Arias por su parte, no toca su once.

Junior, sin embargo siguió con las mismas intenciones, dominar al Tolima y asegurar el título en su casa y con eso en mente atacó desde el arranque con un remate de Guillermo Paiva que llegó débil a manos del guarda brasilero.

El delantero paraguayo Guillermo Paiva fue clave con dos asistencia de gol y su lucha constante. Foto Oscar Berrocal/Kronos

Tolima intentó calmarse y dominar, además de los nervios, el balón, sin embargo Junior siguió en lo suyo, presionando y cerrando espacios, redoblando marcajes con intensidad y solidaridad en cada una de sus líneas, pero acechando para explotar en velocidad y causar daño con transiciones siempre peligrosas.

Arias en la jugada, Teo de nuevo desequilibrante

Para bajarle la emoción al Tolima, Arias manda a Teo Gutíerrez para darle descanso a un extenuado Paiva que salió ovacionado aunque no muy feliz. El cambio le dio resultados al timonel uruguayo, no solo por el control y la calma que le dio el ídolo de La Chinita a los rojiblancos, sino también porque provocó la expulsión del recién ingresado Sebastián Guzmán. El volante paisa, que ya había sido expulsado por el mismo juez Carlos Betancour en una final de liga, jugando para Nacional y anecdóticamente ante Tolima, vio la roja tras un cabezazo a Teo, y esta vez el central, tampoco dudó y lo envió a las duchas.

Los jugadores de Junior tuvieron un rendimiento parejo y eso fue clave para el triunfo ante Deportes Tolima. Foto Jairo Rendón/Kronos

El resto del juego fue de control total para los de casa, incluso con la posibilidad de aumentar el marcador con Canchimbo, que ante un parabólico centro de Enamorado, conectó llegando por el centro y obligando a Volpi a exigirse y enviar al tiro de esquina.

El partido terminó y toda Barranquilla y la costa Caribe colombiana celebró, porque, aunque aún no se ha ganado el campeonato, una nueva estrella se acercó mucho al cielo barranquillero gracias al partido casi perfecto de los dirigidos por Arias. Faltan 90 pa’ la onceava y en Ibagué la fiesta puede continuar.

El Tiburón comió lechona en Barranquilla, el martes debe culminar la faena en Ibagué. Foto Oscar Berrocal/Kronos

Tanto Teofilo como Alfredo Arias, coincidieron en algunas cosas en la rueda de prensa al final del cotejo, como la entrega y las ganas del equipo para imponerse ante un Tolima favorito por su desempeño en el torneo regular y en los cuadrangulares semifinales por el Grupo B y el peso de una hinchada que se hizo sentir con un espectáculo digno de una final de Copa Libertadores y que hizo temblar a mas de uno en el elenco tolimense.

Partido redondo para el equipo rojiblanco. Foto Jairo Rendón/Kronos