El gremio de motocarristas mostró su preocupación por la inseguridad que viven bloqueando las vías principales del municipio
Por Guillo González/Kronos
El municipio de Soledad vivió una jornada de protestas y bloqueos por cuenta de los conductores de motocarros, agobiados por el flagelo de la extorsión y las amenazas de bandas delincuenciales que se pelean el fruto de las rentas de las actividades criminales.
Las vías principales de la ciudad, incluida la Oriental, ruta de acceso al aeropuerto Ernesto Cortissoz, fueron cerradas por el gremio de motocarristas, indignados por los atentados que han sufrido y las constantes presiones para que paguen una suma de dinero estipulada por los delincuentes para que no atenten contra su vida.
Cabe señalar que la administración municipal en cabeza de la alcaldesa Alcira Sandoval se ha pronunciado sobre el tema, manifestando que han instalado un puesto de mando unificado para tratar la situación y brindar las garantías necesarias a los conductores. Incluso, el secretario de Gobierno el coronel (r) Carlos Valencia estuvo hoy al lado de los protestantes, cuidando de que su jornada de protesta fuera respetada y pudieran llegar a un acuerdo para poder desalojar las vías lo más rápido posible.
«Somos un gobierno que escucha y atiende a los ciudadanos y por eso estamos garantizando el derecho a la protesta del un grupo de motocarristas que piden seguridad en el día de hoy. También estamos trabajando para proteger, cuidar de si labor y su integridad y trabajaremos para que ellos tengan condiciones dignas y legalizadas de trabajo», señaló el funcionario local.
Por su parte, muchos de los afectados manifestaron su temor para trabajar y movilizarse con tranquilidad por el muchos sectores del municipio, tomados por la delincuencia y en donde, según manifiestan, mandan los capos del hampa. «En Soledad se ha vuelto un problema trabajar, nosotros estamos tristes, preocupados y muy intranquilos por estas amenazas y atentados que estamos sufriendo, miren que ya dos personas vinculadas al gremio fueron asesinas por esa pelea de las bandas, nos piden plata para poder trabajar y prácticamente nos intimidan para no matarnos», expresó uno de los conductores, que no quiso dar su nombre por seguridad, durante la manifestación y agregó, «los peor es que ya hasta los mismos usuarios no quieren montarse con nosotros y nos dicen que estamos calientes, refiriéndose a que en cualquier momento pueden atentar contra nosotros y los pasajeros también pueden resultar heridos o muertos, esto es algo muy feo y no merecemos vivir así».
Los conductores agremiados en 19 cooperativas de motocarros mostraron su inconformidad por la falta de seguridad en las calles por parte de las autoridades y pidieron patrullajes constantes de la policía y el mismo ejército, para poder trabajar con tranquilidad. Durante la jornada de protesta pidieron ser escuchados por la mandataria local y que sean tenidos en cuenta como parte importante de la dinámica social de Soledad.
El punto de reunión de los manifestantes fue la calle 30 con carrera 30, justo debajo del puente vehicular a la entrada del barrio Hipódromo, de ahí partieron por la calle 30 y fueron cerrando las vías de acceso a varios sectores del municipio como el de los conjuntos residenciales en Ciudad del Puerto, el barrio El Ferrocarril, la entrada a Soledad por la carrera 19, la entrada de Soledad dos mil y del barrio Manuela Beltrán y al mismo tiempo otro grupo se encargó de bloquear la vía del barrio El Platanal, la rotonda del barrio El Parque, y otro más cerró por varias horas el sector de la vía Circunvalar con la calle Murillo.
Muchas personas resultaron afectadas por los bloqueos y protestas debido a que no pudieron movilizarse hacías sus viviendas, lugares de trabajo o de diligencias, hasta cerca de las 4 de la tarde cuando se disolvió la manifestación y se restableció el paso por las vías.
La situación de orden público en Soledad y otros municipios como Malambo es altamente preocupante y exige más acción por parte de las autoridades para garantizar la tranquilidad de los habitantes y de las personas que trabajan y que en el momento están a merced de la delincuencia.
